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CLAVES PARA EL DESARRO DEL TALENTO, por Txema Villate

  • sábado 13 de junio de 2020

El pasado miércoles 3 de junio, tuve el placer de moderar un interesante coloquio virtual, organizado por Bizkaired, Madrid en Red, Asturred y Cantabriared, en el que participaron dos expertos, Jon Zulueta, socio fundador de pmasi y Mar Durán, socia y consultora en Lead&Grow, junto con Marta Otegi, Directora de Ingeniería y Calidad de Fluytec, que aportó su experiencia en la gestión del talento de su equipo.

Digo interesante porque para mí fue bastante clarificador. Quizás debido a una estricta formación religiosa (es lo que tiene haber nacido en los años 50) uno de los enigmas que me acompañan ha sido precisamente este tema del talento. Enigma que proviene de la parábola de los talentos de la Biblia, que siempre me ha tenido muy preocupado: y a mi ¿cuántos talentos me han dado: 5, 3, 1? y ¿cuántos tendré que devolver: 10, 6, 2?, ¿qué pasa si sólo devuelvo 1 o ninguno? y ¿cómo saber qué tengo que hacer para generar esos otros talentos?

La verdad es que para mí siempre ha sido un misterio, y el acudir al diccionario tampoco me ha resuelto el problema. La RAE da cuatro acepciones: “inteligencia, capacidad de entender”, “aptitud, capacidad para el desempeño de algo”, la suma de las dos anteriores “persona inteligente o apta para una determinada ocupación” y como cuarta acepción “moneda de cuenta de los griegos y de los romanos”. Si pretendes profundizar un poco más, el lío aumenta: ingenio, habilidad, entendimiento o potencia del alma, … a lo que podemos añadir la controversia con las 8 inteligencias múltiples de Howard Gardner.

Además, en estos tiempos de crecimiento exponencial de la ciencia y de los desarrollos tecnológicos, de la globalización, las STEAM, … y la pandemia del COVID-19, parece que el talento es la mejor receta para salir adelante tanto a nivel individual, como social y empresarial, por lo que es una temática de rabiosa actualidad.   

Por eso mi primera pregunta fue cuáles son las claves para desarrollar mi talento, que resumieron en tres:

-        La primera es entender y concretar qué es el talento, definido como suma de habilidades innatas o adquiridas y las características personales

-        La segunda es la diversidad, como elemento de enriquecimiento y desarrollo personal, al contrastar nuestras ideas con las de otros que piensan y tienen una cultura y valores diferentes a los nuestros.

-        La tercera clave es el cuestionamiento, es necesario huir del conformismo y de la autocomplacencia, buscando siempre la mejora en todas nuestras actividades, aprendiendo de nuestros errores.

A partir de estas premisas se desarrolló un coloquio muy fluido y enriquecedor, y que se centró fundamentalmente en las características personales como elemento principal de desarrollo del talento, ya que las habilidades innatas o adquiridas tienen su propio recorrido de aprendizaje.

Estas características personales tienen cuatro ejes básicos que los contertulios fueron desgranando de manera sencilla y muy didáctica: el comportamiento, los motivadores, las competencias y la inteligencia emocional. Elementos que pueden analizarse, evaluarse para cada persona y establecer caminos para el desarrollo personal y profesional del talento.

Entre otras cosas, citaron que las investigaciones sobre el comportamiento y estilos de comunicación sugieren que las personas más efectivas son las que se conocen a sí mismas, sus habilidades y debilidades, por lo que son capaces de desarrollar estrategias que den respuesta a las demandas de su entorno. Conocer el estilo de comportamiento propio y de tu equipo te ayuda a interactuar efectivamente con las demás personas.

También se comentó que para definir la motivación y el impulso humano suelen utilizarse seis tipos o categorías principales: teóricos, utilitarios, estéticos, sociales, individualistas y tradicionales. Conocer las propias fuerzas impulsoras ayudan a la forma de relacionarse, al desempeño laboral y a entender claramente el propósito y sentido de dirección, que conduce a una mayor satisfacción en el trabajo y en la vida.

Sobre la inteligencia emocional se apuntó que es la habilidad de identificar, comprender y gestionar de forma efectiva el poder de las emociones con el fin de alcanzar altos niveles de cooperación y eficiencia, y que es una de las características de los grandes líderes y de las personas más productivas. El desarrollo de nuestra inteligencia emocional posibilita el trabajo en entornos con gran variedad de personas, así como la adecuada adaptación a las necesidades del mundo laboral y social.

El último de los ejes citados, las competencias personales, basadas en comportamientos observables, constituye otro importante campo de desarrollo profesional, ya que son tanto o más importantes que las competencias o habilidades técnicas para el éxito en la vida personal y profesional.

Estos cuatro campos de trabajo nos ayudan a mejorar nuestro talento personal y el de nuestras organizaciones, ofreciendo herramientas de inestimable ayuda para la gestión de nuestros equipos, tal como señaló Marta Otegui con abundantes ejemplos prácticos.

Finalmente, a la pregunta de si se puede mejorar nuestro talento aprendiendo de otros, se presentó la metodología Team & Thought (www.teamandthought.com) de aprendizaje experiencial, que permite a empresarios y directivos abordar con claridad y profundidad sus preocupaciones e inquietudes claves, para desarrollar una visión global y liderazgo estratégico.